I.- Introducción
Mediante
Decreto Supremo N° 061-2002-PCM publicado el 12 de Julio del año 2002[1]
el Poder Ejecutivo dispuso la fusión entre la Superintendencia Nacional de
Administración Tributaria (SUNAT) y la Superintendencia Nacional de Aduanas
(ADUANAS), bajo la modalidad de fusión por absorción, siendo la primera de
Institución de las nombradas, quien tuvo la calidad de entidad incorporante.
En
aquella oportunidad se dispuso un plazo no mayor de noventa días calendario
para que la Superintendencia Nacional de Aduanas transfiera sus recursos,
personal, acervo documentario y materiales a la SUNAT. Asimismo, se precisó que
en tanto culmine el proceso de fusión, se dictará mediante Resolución de
Superintendencia las medidas necesarias para no alterar los niveles de
recaudación, programas y manejo presupuestal de ADUANAS.
El
mencionado Decreto Supremo lleva el refrendo del entonces Ministro de Economía
Pedro Pablo Kuczynski, sector al cual pertenecen ambas Administraciones
Tributarias que se fusionaron al amparo de la Ley N° 27658, Ley Marco de
Modernización de la Gestión del Estado, cuerpo normativo que tenía como
objetivo evitar la duplicidad o superposición de competencias, funciones y
atribuciones entre sectores y entidades.
Por tal motivo, en el penúltimo considerando del D.S. N° 061-2002-PCM se
señala “Que, el Poder Ejecutivo ha
evaluado y considera conveniente la integración de ambas entidades. En ese
sentido, se considera que dicha integración evitará la duplicidad de funciones
y generará una mejora en los servicios y un aumento en la productividad de los
recursos que el Estado ha venido destinando a ambas actividades”.
II.- Impacto de la fusión
La
primera reacción frente a esta medida dictada por el Gobierno fue cuestionar la
legalidad de dicha norma, en el entendido que por jerarquía normativa no se
podía modificar mediante Decreto Supremo a la Ley N° 24829[2],
que respaldaba la creación y funciones de la Superintendencia Nacional de
Aduanas.
Superada
esta etapa, se implementaron las primeras medidas tendientes a ejecutar el
proceso de fusión, las mismas que desde el ámbito administrativo y
presupuestario se realizaron sin mayor contratiempo, toda vez que se trataba de
fusionar las planillas de pago de remuneraciones, pago a proveedores, compras y
adquisiciones para mejorar la infraestructura logística y adecuación de las
normas internas para la funcionalidad de la nueva Administración Tributaria.
El
principal reto en aquella oportunidad fue aprobar el Reglamento de Organización
y Funciones de la nueva SUNAT fusionada,
el cual se produjo mediante Decreto Supremo N° 115-2002-PCM[3],
teniendo como acierto el considerar dentro de la estructura orgánica como parte
de la Alta Dirección a la Superintendencia Nacional Adjunta de Aduanas.
Desde
aquella oportunidad se ha mantenido la tradición de reconocer dentro del más
alto nivel de dirección de la SUNAT, a una Superintendencia Nacional Adjunta de
Aduanas, en la medida que se trata de aquel funcionario que tiene la responsabilidad
de asumir el liderazgo en materia de facilitación del comercio exterior e
implementación de la política aduanera.
Cabe
mencionar como impacto de esta fusión a la opinión de los contribuyentes,
quienes conciben a la fusión como una medida administrativa que ha permitido
reforzar las acciones de fiscalización y por consiguiente la mayor recaudación
fiscal. Siendo importante mencionar a manera de ejemplo, que apenas producida
la fusión se implementó el cobro de la percepción anticipada del IGV a las
importaciones[4],
como requisito obligatorio para otorgar el levante aduanero de las mercancías.
III.- Cultura organizacional
Según
la enciclopedia financiera, “La cultura
organizacional es una idea en el campo de los estudios de las organizaciones y
de gestión que describe la psicología, las actitudes, experiencias, creencias y
valores (personales y culturales) de una organización. Se ha definido como la
colección específica de las normas y valores que son compartidos por personas y
grupos en una organización y que controlan la forma en que interactúan entre sí
dentro de la organización y con el exterior”[5].
En ese sentido, no cabe duda que existe una
cultura organizacional que distingue a los colaboradores que pertenecen a la
Administración Aduanera, debido a las normas y valores que adquieren desde su reclutamiento
y capacitación para realizar con eficiencia tan noble misión. Así tenemos que,
los aduaneros concebimos a la facilitación del comercio exterior como aquel
objetivo fundamental que debe lograrse en todos y cada uno de los servicios que
brindamos a los usuarios. Asimismo, el trabajo en equipo nos ha permitido que
en la prestación de los servicios aduaneros se alcancen los niveles
establecidos en las normas internacionales sobre sistemas de gestión de la
calidad[6],
con énfasis en los procesos, lo cual significa aplicar estándares
internacionales elaborados por organismos internacionales vinculados al
comercio exterior.
Respecto a la fusión, podemos señalar que pasada
la primera etapa de su implementación, que generó un entendible desconcierto,
quedó claro que dicha unión con la SUNAT en modo alguno iba a significar que se
perderían los valores y normas de la cultura organizacional aduanera. Lo cual,
puede comprobarse al visitar las diferentes dependencias aduaneras, donde se
continúan prestando los servicios a todos los operadores de comercio exterior
con el mismo empeño y responsabilidad que nos distingue desde antes de la
mencionada fusión.
Un aspecto que debo mencionar en esta oportunidad,
son las costumbres y formas de trabajo de los aduaneros, quienes conciben a la
Aduana como una gran familia que agrupa a diversas promociones de servidores,
quienes con el paso del tiempo forman una especie de hermandad, que los
mantiene unidos en diversas actividades tanto dentro como fuera de la
Institución, destacando siempre por la solidaridad y apoyo a quienes pudieran
estar padeciendo alguna enfermedad, infortunio o necesidad extrema. Sin dejar de mencionar que el aduanero
demuestra mucho entusiasmo al participar de manera competitiva en determinadas actividades
festivas, tales como el tradicional desfile por Fiestas Patrias, y sin dejar de
mencionar a la impostergable y muy esperada celebración del Día de la Aduana,
cada 2 de Octubre, así como el Día del Resguardo Aduanero del Perú, 5 de
Noviembre de cada año.
IV.- Resultados
de la fusión
Han pasado quince años desde que se produjo
la fusión entre SUNAT y ADUANAS, por lo que a la luz del tiempo transcurrido,
podemos destacar los siguientes resultados:
a) Se reforzó la función
fiscalizadora de la SUNAT en la medida en que se tiene mayor acceso a la
información de todas las actividades vinculadas al comercio exterior de los
contribuyentes.
b) Se incrementó la
recaudación tributaria debido a la suma de esfuerzos de los equipos encargados
de las acciones de cobranza en base a la mejora de los procedimientos
administrativos, tales como el sistema de embargos telemáticos[7]
o la cobranza coactiva centralizada de deudas aduaneras.
c) Se mejoró la
infraestructura física de los locales donde funcionan las oficinas aduaneras
así como la dotación de uniformes y herramientas para garantizar la efectividad
en las gestiones aduaneras.
d) Se viene utilizando
con mayor frecuencia la tecnología de la información para mejorar los servicios
aduaneros. Así tenemos por ejemplo que actualmente los exportadores pueden
solicitar el beneficio tributario del drawback desde la página web de la SUNAT.
También existe la posibilidad de realizar consultas a las declaraciones
simplificadas de importa fácil y exporta fácil desde el APP SUNAT.
e) Se viene realizando
cambios en la estructura orgánica de la SUNAT para efecto de atender con mayor
eficiencia los distintos servicios aduaneros[8].
f) Se establece un
sistema de carrera laboral que prioriza la capacitación y actualización
permanente de los servidores aduaneros, para efecto de mejorar la calidad del
servicio que se brinda a todos los usuarios.
g) Se consolida la
participación y liderazgo de la Administración Aduanera en los diferentes
proyectos e iniciativas que buscan mejorar el sistema de seguridad en la cadena
logística del comercio exterior[9].
h)
Se
crea el Consejo Consultivo de Temas Aduaneros, como una instancia de diálogo y coordinación ante la Superintendencia Nacional
de Administración Tributaria - SUNAT y los operadores de comercio exterior. Tiene como propósito
recoger opiniones e información que permitan maximizar la eficacia operativa
del comercio exterior, facilitar el comercio exterior, reducir costos e
incrementar la eficiencia. Se considera
que la participación de los operadores de comercio exterior puede contribuir en
el proceso de desarrollo con el fin de asegurar la mejora continua del servicio
aduanero.
i) Se viene eliminando
progresivamente el uso del papel en los distintos trámites y regímenes
aduaneros con el firme compromiso de llegar pronto a consolidar la Aduana
Digital.
j) Se mantiene presencia
activa en las rondas de negociaciones de los Acuerdos Comerciales apoyando los
distintos procesos de integración económica en los que participa el Perú.
V.- A manera de conclusión
Desde la creación de la Aduana Peruana hasta
hoy han transcurrido más de 243 años,
tiempo que supera incluso nuestra vida como República independiente[10],
por lo que analizar los últimos quince años, significa muy poco si solo medimos
en base al calendario; pero resulta muy significativo si comparamos la
velocidad en que se han producido algunas reformas y modificaciones en sus
procedimientos.
Transcurridos quince años desde la fusión, queda
claro que el balance es positivo para la Administración Aduanera, toda vez que
se logró avanzar con paso firme en la ruta hacia la modernización de todos los
servicios que brindamos a los operadores de comercio exterior. Demás está
mencionar que la cultura organizacional de los aduaneros se ha fortalecido
también con esta fusión, si lo vemos desde el lado positivo.
Como todo proceso de mejora siempre estaremos
sujetos al veredicto popular de los usuarios, quienes estoy seguro tendrán
algunas propuestas o sugerencias para seguir avanzando en la misma ruta. No
niego que aún quedan muchas cosas por mejorar, pero estoy convencido que la
Aduana de ahora, supera grandemente a la que conocí en mis inicios en esta
noble Institución.
Finalmente, debo confesar que si volviera a
nacer elegiría al Perú como mi patria, a la abogacía como mi profesión y a la
ADUANA como mi segundo hogar. Admiro, defiendo y valoro mi Institución, desde
que me abrió sus puertas apenas culminé mis estudios universitarios para
brindarme la mejor especialización en negocios internacionales y comercio
exterior. Actualmente, me permite continuar sirviendo a mi patria como un
modesto colaborador aduanero, y respalda mi vocación de servicio mediante la
docencia en las diferentes Escuelas de Posgrado, universidades públicas y
privadas que me conceden la oportunidad de guiar y capacitar a las nuevas
generaciones de profesionales hacia el mágico mundo aduanero.
¡¡¡
Viva la Aduana !!! ¡¡¡
Viva el Perú !!!
********************************************************
Dr.
Javier Gustavo Oyarse Cruz
Docente
Posgrado PUCP, UNMSM, UPC y USMP.
[2] Mediante Ley N° 24829 se crea la Superintendencia
Nacional de Aduanas como Institución Pública Descentralizada del Sector
Economía y Finanzas, con personería jurídica de derecho público, con patrimonio
propio y autonomía funcional, económica, técnica, financiera y administrativa.
[4] La Resolución de
Superintendencia N° 203-2003/SUNAT regula el Régimen de Percepciones del IGV
resultando aplicable a las operaciones de importación definitiva cuya fecha de
numeración de la DUA o DAM se efectúe a partir del 17 de noviembre de 2003.
[8] El ROF de la SUNAT aprobado mediante
Resolución de Superintendencia N° 122-2014/SUNAT ha sido modificado
recientemente con el Decreto Supremo N° 198-2017-EF.
[10] Recordemos que la
Aduana Peruana fue creada mediante Real Cédula del Virrey Manuel de Amat y
Juniet el 02 de octubre de 1773.
Muy cierto la sunatoperacionesenlinea.review tiene por finalidad: administrar, fiscalizar y recaudar los tributos internos del Gobierno Nacional, con excepción de los municipales, y desarrollar las mismas funciones respecto de las aportaciones al Seguro Social de Salud (ESSALUD) y a la Oficina de Normalización Previsional (ONP). Y deberían atender a las necesidades de cada persona con respecto a unidades tributarias.
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